De acuerdo con las Naciones Unidas, el Capital Natural se refiere a los activos naturales y sus servicios ecosistémicos que corresponden a los activos biológicos (producidos o silvestres), zonas terrestres y acuáticas con sus ecosistemas, activos del subsuelo y aire, que proporcionan bienes y servicios que contribuyen directa e indirectamente a la producción económica y el bienestar humano. Según la OCDE, este stock de capital es el más importante de todos, pues proporciona funciones fundamentales de soporte vital y reconoce a la vez, la existencia de límites ecológicos de los sistemas económicos.

La rápida pérdida de biodiversidad en el mundo amenaza la provisión de los servicios ecosistémicos fundamentales que sustentan las economías. Siendo la pérdida y el deterioro de los ecosistemas el resultado de los problemas de reconocimiento, valoración y de fallas de mercado y de gobernanza. Por esto, según la Coalición de Ministros de Finanzas por la Acción Climática los países deberían integrar consideraciones relativas a la naturaleza, junto con aquellas vinculadas al cambio climático, en su política y planificación económica.

En ese contexto, Chile se convierte en el primer país de Latinoamérica en crear el Comité de Capital Natural que tiene como misión “asesorar y proponer acciones al Presidente o Presidenta de la República en materias relativas a la medición, valoración, valorización, protección, restauración y mejoramiento del Capital Natural de Chile, que permitan integrar la naturaleza y la biodiversidad al proceso de diseño e implementación del desarrollo sostenible de nuestro país”

El Comité está integrado por un representante del Ministerio de Medioambiente, Hacienda, Economía, Fomento y Turismo y cuenta con la asesoría permanente del Consejo de Tecnología, Ciencia e Innovación y del Banco Central.