El Acuerdo Verde es el principal hito que definió la Mesa Público-privada de Finanzas Verdes el año 2019, reflejado en un compromiso voluntario de largo plazo y no vinculante, entre el sector financiero, el Gobierno y los Reguladores, cuyo objetivo fue definir principios comunes y acciones específicas para cada uno de sus integrantes, con el fin de facilitar la identificación y gestión de los riesgos y oportunidades asociados al cambio climático en la toma de decisiones por parte de las entidades signatarias. En última instancia, el Acuerdo busca contribuir a la estabilidad financiera y al logro de los compromisos del país en materia climática y el desarrollo medioambientalmente sostenible.

Durante el 2024 el Acuerdo Verde fue renovado procurando actualizar y fortalecer los principios de gestión bajo dos dimensiones clave: gestión de riesgos y el desarrollo de políticas e instrumentos financieros verdes, en consonancia con los avances internacionales y los estándares de iniciativas globales como el Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima o Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD, por sus siglas en inglés)