¿Qué sectores y actividades económicas abarca la taxonomía chilena? ¿Por qué ciertos sectores y actividades no quedan cubiertas?
Tras el trabajo que se llevó a cabo bajo el alero del Comité Preparatorio y la revisión por parte del equipo del Ministro de Hacienda, la Estructura de la Taxonomía establece 9 sectores que serán incluidos en la Taxonomía Nacional, éstos son:
- Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca
- Minas y canteras
- Industrias manufactureras
- Suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado
- Suministro de agua, evacuación de aguas residuales, gestión de desechos y descontaminación
- Construcción
- Transporte y almacenamiento
- Información y comunicaciones
- Actividades inmobiliarias
Asimismo, se estableció que las actividades económicas dentro de estos sectores serán propuestas por expertos técnicos (chairpersons) de cada sector. El conjunto de Actividades Económicas Elegibles (AEE) dentro de los nueve sectores económicos, se definirá a partir del resultado del análisis comparado con otras taxonomías u otros sistemas de clasificación nacionales o extranjeros, considerando su actual o potencial aporte al cumplimiento de los Objetivos Medioambientales y relevancia dentro de la actividad económica nacional.
Es importante reconocer que la cobertura inicial de la Taxonomía en términos de sectores y actividades económicas no abarcará la totalidad de la economía chilena. Dado el vasto espectro de actividades económicas existentes, resulta impracticable establecer criterios para todas ellas en un plazo razonable. Por lo tanto, el desarrollo de la Taxonomía se llevará a cabo de manera progresiva, ampliándose y ajustándose con el tiempo.
En este contexto, se debe entender que la selección de sectores y actividades económicas incluidas en la Taxonomía es inherentemente dinámica. Esto significa que, basándose en el avance del conocimiento, la evolución de las prácticas sostenibles y las prioridades económicas y ambientales, la Taxonomía podrá experimentar modificaciones y ajustes futuros. Este enfoque flexible asegura que la Taxonomía pueda adaptarse y permanecer relevante frente a los cambios en el entorno económico, tecnológico y regulatorio, facilitando su aplicación efectiva y su contribución a la sostenibilidad de la economía chilena.