La emisión de instrumentos sostenibles ha ido en aumento en los últimos años, atrayendo cada vez más el interés de los inversionistas. Sin embargo, aún no existe una definición clara, homogénea, de lo que es “sostenible” o “verde” o cumple con los estándares “ESG” (estándares ambientales, sociales y de gobernanza).

Frente a esto, el Ministerio de Hacienda, a través de la Coordinación de Finanzas y Asuntos Internacionales, llevó a cabo la primera sesión ordinaria del Comité Preliminar de Taxonomía Verde en el que participan representantes del Ministerio de Medio Ambiente, del Banco Central, de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), Superintendencia de Pensiones y la cartera de Hacienda.

De este modo, la Taxonomía se presenta como una herramienta para definir un idioma común entre lo que se entiende por medioambientalmente sostenible. “Es un sistema de clasificación que permite identificar qué actividades económicas pueden considerarse medioambientalmente sostenibles”, señala la Coordinación de Finanzas y Asuntos Internacionales del Ministerio de Hacienda, liderada por Carola Moreno.

Además, este Comité especial tiene el objetivo de apoyar la transición a una economía baja en carbono, alineando los flujos financieros hacia actividades consideradas de un perfil más “verde”.

“Es un hito, parte de los compromisos país, para poder orientar las inversiones verdes hacia aquellas actividades económicas que son medioambientalmente sostenibles. Este trabajo va a permitir sentar las bases para avanzar hacia una economía más verde y que nos permita ser un aporte al medioambiente a nivel país”, afirmó Carola Moreno, coordinadora de Finanzas y Asuntos Internacionales.

“Como ha sido la tónica de trabajo desde la mesa verde, siempre ha sido un trabajo en conjunto entre ministerios, con agente supervisor financiero y el Banco Central, entre otros, y lo que pretendemos es sacar provecho de la experticia de cada uno de los estamentos”, destacó.

Por su parte, Gabriel Acuña, jefe de supervisión de Finanzas Sostenibles de la CMF, indica que “esta reunión inicia el camino para el desarrollo de actividades medioambientalmente sostenibles en Chile, que es un paso fundamental para alinear al sistema financiero con los objetivos ambientales que tenemos como país. Esto, desde el punto de vista económico, soluciona una falla de mercado con el mercado, para tener una economía sostenible y una sociedad más justa con las generaciones que vienen. Es un tremendo hito”.

Mientras que Sandra Briceño, jefa del departamento de Economía Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, puso énfasis en que “la promoción de una taxonomía verde en Chile es de gran relevancia para apoyar el direccionamiento de la inversión hacia proyectos y actividades económicas más sostenibles, en apoyo a políticas de Estado que persiguen el cumplimiento de los compromisos país en materia de reducción de emisiones y resiliencia climática, bajo una transición económica verde, capaz de interactuar y potenciarse con otras economías que ya han avanzado en esta misma senda”.

Finalmente, Sergio Aratangy, jefe de la división financiera de la Superintendencia de Pensiones, indicó que “la existencia de una taxonomía, facilita y homogeniza para todo el mercado la forma de tratar esta información. Y esto genera una serie de efectos positivos, no solo en los fiscalizados, sino que a la economía como tal”.