Con la participación de funcionarios y representantes de 15 ministerios, instituciones y empresas públicas, el Ministerio de Hacienda, en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la consultoría ambiental del estudio de abogados Guerrero-Olivos, realizó el primer taller presencial y técnico de implementación de la Taxonomía de Actividades Económicas Medioambientalmente Sostenibles (T-MAS) dirigido exclusivamente al sector público.

La actividad se desarrolló este miércoles en el Ministerio de Hacienda y tuvo como objetivo difundir y evaluar las medidas propuestas por la consultoría para la implementación de la T-MAS en el sector público. 

Entre los asistentes destacaron directivos de los ministerios de Economía, Obras Públicas, Medio Ambiente y Vivienda y Urbanismo, además de instituciones y empresas públicas como la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), CORFO, Metro de Santiago y la Secretaría de Modernización. También participaron consultores del BID y el socio de Guerrero Olivos, Clemente Pérez.

La jornada se dividió en dos bloques. El primero comenzó con las palabras de bienvenida de la Coordinadora de Finanzas y Asuntos Internacionales del Ministerio de Hacienda, Carola Moreno, quien destacó “la importancia de avanzar hacia un desarrollo productivo compatible con el cuidado del entorno y la sostenibilidad de los recursos en el largo plazo”. Posteriormente, expusieron el asesor de la Oficina de Finanzas Sostenibles de Hacienda, Lucas Apparcel, y el consultor externo Clemente Pérez. 

El segundo bloque incluyó espacios de diálogo entre los participantes y los expositores para evaluar las medidas propuestas anteriormente por el consultor Clemente Pérez.

Implementación de T-MAS
Durante su presentación, el asesor de la Oficina de Finanzas Sostenibles de Hacienda, Lucas Apparcel, explicó qué es la Taxonomía y los beneficios de su implementación en el sector público. “La T-MAS es un sistema de clasificación que permite identificar si las actividades económicas se desarrollan de manera sostenible desde una perspectiva medioambiental. Su objetivo es entregar mayor certeza, transparencia y comparabilidad, facilitando la transición hacia una economía más sostenible y abriendo nuevas oportunidades de inversión y financiamiento”.

La Taxonomía clasifica actividades sostenibles en nueve sectores económicos: Energía, Minería, Tecnologías de la Información, Manufactura, Agua y Residuos, Construcción, Actividades Inmobiliarias, Transporte, Agricultura y Silvicultura, y Pesca y Acuicultura. Apparcel agregó que “la T-MAS ya existe en más de 50 países” y que, en el caso de Chile, surgió en respuesta a la necesidad del sector financiero de contar con un lenguaje común que permitiera ordenar y homologar criterios en materia de sostenibilidad. 

El profesional explicó que la T-MAS no es una nueva normativa o regulación, sino una clasificación de carácter voluntaria. No obstante, señaló que se está evaluando avanzar gradualmente hacia su obligatoriedad por los beneficios que trae a las diferentes entidades del país, para lo cual es necesario analizarlo con atención incorporando a todos los actores. “La Taxonomía contribuye a fomentar la transferencia y eficiencia en los mercados mediante un lenguaje común, facilita la toma de decisiones, el acceso al financiamiento y la identificación de inversiones sostenibles, además de reducir áreas grises en la tramitación ambiental y evitar acusaciones de greenwashing”, afirmó.

Las propuestas 
Durante el taller, el consultor externo de Guerrero- Olivos, Clemente Pérez, advirtió que “el principal riesgo de la Taxonomía es que quede como un documento teórico o solo utilizado por consultoras, sin impacto real en las decisiones de inversión”. 

Pérez propuso, entre otras cosas, evolucionar desde un esquema completamente voluntario hacia una obligación acotada, y gradualmente implementarlo como un deber de información y transparencia, sin convertir la Taxonomía en un nuevo permiso o requisito para operar. Esto implica que las empresas o proyectos puedan seguir funcionando normalmente, pero no puedan presentarse como “verdes” o “sostenibles” si no cumplen con los criterios establecidos en la Taxonomía. Esta propuesta va en línea con lo que se plantea en el informe normativo en consulta que establece la regulación aplicable a AGF y fondos fiscalizados por la Comisión de Mercado Financiero (CMF), para el caso de los fondos de inversión que quieran representarse como sostenibles.

Asimismo, comentó, que existen otras medidas que apuntan a generar incentivos concretos, planteando que los proyectos que cumplan con la Taxonomía puedan presentar este “sello” como parte de los requisitos para ser considerados Iniciativas de Inversión Estratégica, lo que permitiría, por ejemplo, reducir plazos de permisos y otorgarles prioridad en su tramitación. 

Los talleres
En la segunda parte del Taller Técnico de Implementación de la Taxonomía en el sector público, los participantes se dividieron en dos grupos de trabajo, donde en un trabajo de dinámica, tuvieron la oportunidad de intercambiar opiniones y hacer preguntas a los consultores. Todas estas ideas serán recogidas en una propuesta final que será entregada al Ministerio de Hacienda.

Al término de la actividad los directivos valoraron la instancia y manifestaron su interés por el tema. Desde la División de Fomento de la Inversión e Industria del Ministerio de Economía, Macarena Muñoz, destacó el taller “como un espacio valioso de conversación y coordinación interinstitucional”. Si bien reconoció que aún existen desafíos por resolver, dijo que “la instancia permitió abrir el debate sobre cómo implementar la Taxonomía y cómo integrarla de manera transversal en distintos sectores e instituciones del Estado”.

En la misma línea, el funcionario del Ministerio de Minería, Carlos Silva, dijo que “la actividad fue una instancia oportuna para avanzar en la internalización de este instrumento en las políticas públicas. La Taxonomía es una herramienta muy necesaria para el desarrollo sostenible del país, pero es importante considerar las particularidades de los distintos servicios públicos al momento de implementarla”.

Por su parte, desde la Comisión Chilena del Cobre, Jaime Moreno, enfatizó “el carácter integral del taller y la posibilidad de dialogar en profundidad en un formato presencial, que facilita una mejor integración de las opiniones”.

Actualmente, la T-MAS está desarrollando proyectos piloto en distintos sectores y guías prácticas, que se encuentran disponibles en el sitio web del Ministerio de Hacienda.