Hoy la clasificadora de riesgo Fitch redujo la clasificación de riesgo en moneda extranjera del país de “A” a “A-” y ajustó la perspectiva desde “negativa” a “estable”. 

Según consigna la clasificadora, la rebaja en la clasificación obedece a un deterioro de las finanzas públicas tras mayores presiones de gasto a finales del año 2019, las cuales se intensificaron con la pandemia del COVID-19. Fitch estima que la deuda pública aumentará en el mediano plazo, tanto por un menor crecimiento tendencial, como por dificultades en la consolidación fiscal, en el contexto de mayores presiones sociales y el calendario electoral en años venideros. Adicionalmente, en relación a la reforma que permitió el retiro anticipado de ahorros previsionales, la clasificadora alerta de una menor predictibilidad en la elaboración de las políticas públicas en el país, al tiempo que exacerba el problema de bajas tasas de reemplazo de pensiones.

De acuerdo a la agencia, la perspectiva “estable” es coherente con su visión de menores perspectivas de crecimiento, el perfil fiscal, y los riesgos político-sociales. Cabe señalar que, a pesar del ajuste a la baja en la nota crediticia, la agencia destaca que la clasificación de Chile se apoya en un marco de política económica creíble centrado en un régimen de metas de inflación, tipo de cambio flotante, y un perfil de finanzas públicas relativamente fuerte, con un nivel de deuda a PIB significativamente por debajo de sus pares. 

La República de Chile comparte la clasificación de A- con España, Letonia, Malasia, y Polonia. 

Desde el 9 de marzo, período en el cual se acentuó la expansión mundial del COVID-19, las principales agencias clasificadoras de riesgo – Moody’s, S&P, y Fitch – han tomado más de 200 acciones negativas de clasificación o perspectiva a soberanos. De estas, Fitch ha realizado más de 40 ajustes negativos; 38 países se encuentran actualmente con perspectiva negativa, equivalente a cerca de un tercio de los países que Fitch evalúa. Cerca del 90% de los países en América Latina y el Caribe analizados por Fitch han sufrido acciones negativas en sus clasificaciones y/o perspectivas.  

En el marco de la expansión del COVID-19, el Ministerio de Hacienda ha respondido de forma decidida para asegurar los recursos necesarios para el sector salud, proteger los ingresos de los hogares y empresas, inyectar liquidez a la economía real, y fortalecer el canal del crédito. Además, ha avanzado en la implementación de un plan de reactivación de la economía chilena. 

El Ministerio de Hacienda reafirma la importancia de recuperar el crecimiento económico, al tiempo que reitera su compromiso con la responsabilidad fiscal, la reducción gradual del déficit fiscal estructural, y la mantención de una situación sustentable para las finanzas públicas al alero de un necesario proceso de consolidación fiscal post-pandemia.

Finalmente, se destaca que la República de Chile cuenta con amplio acceso a financiamiento en los mercados financieros en términos favorables y competitivos. Las clasificadoras de riesgo Moody’s y S&P evalúan al país con clasificaciones “A1” y “A+” respectivamente, ambas con perspectiva “negativa”.